Graciela Alfano abrió las puertas de su casa para entablar un diálogo íntimo y directo con Viviana Canosa para "Los profesionales" (Canal 9). Grace habló de Matías Alé, del viaje profundo hacia su propio interior, de su rol de madre y suegra, del affaire con Cacho Castaña y hasta del personaje que creó como jueza de “El musical de tus sueños”, de ShowMatch (el Trece), ciclo del que confesó haber rechazado el pasado año.
“Hace tiempo sentí que no lo iba a disfrutar y je que no. No tengo necesidad de estar en el programa, Marcelo (Tinelli) vino a convencerme y esta vez dije que sí porque me sentí preparada. Si tuviese bronca, no estaría capacitada. Pensé en hacer un personaje para producir situaciones dramáticas que satisficieran a la producción que me contrata. Es lógico, es parte del programa hacer el rating. Pero hubo un punto en el que decidí parar”
Matías Alé. “Mientras viví con él, fue una relación buena, sin peleas. En nueve años, dos veces de crisis es la nada. Cuando nos separamos fue con un comunicado. Me pareció que nos merecíamos ese fin. La teoría real de lo que sucedió es que las relaciones se terminan, soy experimentada en eso, y preferimos terminar en manera tranquila. Pero pasa un año, no nos vimos nunca, le pedí que no me escribiese más, para cortar realmente. De hecho no di notas hasta que regresé a ShowMatch, nunca hablé de él, no puede quejarse.
Lo que pasa es que durante ese año, me llegaban comentarios de muchos lados y de mucho tiempo. Paré y dije, o todos se ponen de acuerdo, o está diciendo cosas realmente. Pretendía generar una imagen que habla mal de él mismo, si uno se queda con alguien es responsabilidad de ese uno”, dijo.
Sobre las versiones que indican que Alé dijo que recibió amenazas de suicidio si la dejaba, Graciela dijo: “esa fue la gota que rebalsó el vaso. Dije, qué le pasa?. Esos comentarios llegaron a familiares míos y me trajo problemas. Para mi fue un límite, por eso pedí que dijese todo en el aire. No era el momento ni el lugar, pero fue un moco realmente pensado, porque la persona a la que iba dirigido estaba viendo el programa: mi madre. Ella entendió que nada que viniese de él era cierto”, comentó.
Alé-Escudero: “en el momento en que pasó, muchas mujeres me hablaron de falta de respeto. Qué es lo que quieren probar? Por qué tanto?. Uno se guía por el público. Ahí dije: esto no está bueno, pongamos un límite”, dijo. “No volvería a tener nada con Alé, porque concluí para siempre mi relación. Sí creo que es una falta de respeto la provocación, la gente lo ve como exagerado. Él queda como el que se esfuerza, el pobrecito, y yo la mala que le pongo notas bajas. Pero se imaginarían cómo sería un programa en el que él sea el jurado y yo la participante?. La pelea se vería desde otro lugar, porque el de jurado es el rol más duro. Quien está despechado, el que puede sentarse, observar y dar nota, o el que está tratando de mostrar una miel, unos besos, amores…?. No estará un poco despechado él que necesita mostrarme ese amor que está viviendo?”, sostuvo. “No tengo la idealización del enamoramiento y lo veo de otra manera, jamás tendría una relación con él, tal vez lo veo como lo veían los demás cuando estaba conmigo. Ya no lo veo con luces de colores”, comentó.
Sobre el boicot de Silvina Escudero a su propio novio para que no bailase con él en el cuadro de “Fantástica”, Grace dijo: “da pena. Siempre está en el lugar de víctima. La victima siempre elige el lugar de víctima, porque podría no elegir esa pareja. Da pena en el fondo. Lo conocí hasta hace un año, y en un año puede cambiar mucho. Ya no somos los mismos, si nos encontrásemos en un café sin haber tenido nada, no tendríamos nada. Es difícil conocer profundamente a alguien, uno debe tener cuidado, conocerse uno, sus contradicciones. Pero qué le mostramos o no al otro?”, disparó.
Con respecto al amor, de aquí en adelante: “estoy aún mirándome yo, viendo y resolviendo eso que quiero. No quiero volver a dar explicaciones, soy libre. Si se perfilara el hombre que quiero es un hombre que me cuide e inteligente, que tenga resulta su vida, independiente de mi y yo de él. Mientras, juguemos en el bosque. Me animé a hacerlo ahora porque hay crisis de edades, se viene el nido vacío, la casa comienza a quedar grande…siento que esto ameritaba un esfuerzo mayor. Internamente soy otra, estoy más fuerte, porque cuanto más te conocés, te parás mejor en vos misma. Me animé a una terapia profunda, me lo merecía, me enfrenté a mis fantasmas y a las cosas duras.”
Cómo debería ser el hombre que logre enamorarla: “no descarto a nadie, pero sí quiero que tenga una cabeza bien puesta y que su vida esté resuelta. La vida es como una coreografía, él me pedía que lo cuidase y yo lo cuidaba, pero la coreo se rompe cuando uno cambia. Esta vez, vy a mantener cualquier relación en la clandestinidad, en su casa y que sea linda, con buen colchón. He ido a barrios nuevos. Soy una mujer que abrió espacios a los codazos, soy fuerte para ese rol, tengo toda la libertad para hacer mi vida, no soy una tonta que no toma distancias con las críticas, y soy protagonista de mi vida, me escucho a mi misma, el resto, casting.
El sexo siempre es importante, sobre todo cuando tenés una madurez para no hacerte ilusiones e idealizar. Si yo estoy con una persona y me llama al día siguiente, murió. Tomemos distancia, inteligencia…esa es una condición”. Así miso, Graciela confesó su affaire con Cacho Castaña: “por ahí anduvimos, hay que hacer como los americanos, luego de 25 años hay que blanquear. Está bueno”. Con respecto al paso del tiempo: “me gusta ver a mis hijos crecidos y desarrollados, en sus trabajos, en el día a día. Son muy inteligentes y seguros, me llevo muy bien con mis nueras, me llevo tan bien que genero celos en mis hijos. Sofi, una de ellas me lleva la agenda y la responsable de mi look hippie chick. Las quiero mucho, más allá de sus relaciones con mis hijos.
Como abuela me veo re babosa mal, y que no sea una nena porque la voy a volver loca. Me veo bien en esos roles porque es donde me siento más segura, tengo una relación plena y fuerte con mis hijos, ellos cortan el cordón y una no corta nada. Siempre les digo, quiero que ellos sientan que la mamá está contenta de que se vayan de casa, para que no sientan culpas”.
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